MARÍA VALLET REGÍ
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La terapia celular constituye, por tanto, una nueva estrategia de
tratamiento que podrá llegar a modificar favorablemente el curso natural de
enfermedades que actualmente no disponen de terapia satisfactoria. Esto ha
hecho generar enormes expectativas, pese a que todavía es sólo una
aproximación experimental. Para que estas expectativas lleguen a ser una
realidad, es absolutamente imprescindible un esfuerzo coordinado entre
científicos básicos, clínicos, la industria y las agencia reguladoras, que
permitan llegar a un mayor conocimiento de la biología y propiedades de las
células madre, así como de los mecanismos con los que actúa, especialmente
que su desarrollo clínico se realice en el contexto de ensayos contrastados que
cumplan con los requisitos de seguridad y eficacia homologados por los
estándares internacionales.
Los recientes avances de la biología celular y molecular relacionados
con el mecanismo de reparación y regeneración ósea unidos a los
conocimientos que se han ido adquiriendo a los largo de los últimos 50 años
sobre biomateriales han propiciado, como disciplina emergente, a la
ingeniería
de tejidos
.
La terapia celular está basada en la utilización de células madre
mesenquimales adultas obtenidas de la médula ósea autóloga. Esta terapia va
dirigida entre otras, a aplicaciones para reparar tejido óseo en los casos de
necrosis y fracasos en la consolidación de fracturas óseas. El mecanismo de
acción aúna una acción local junto a la liberación de señales moleculares con
acción a través del reclutamiento y activación de células madre mesenquimales
adultas. Por tanto, la siembra de estas células sobre matrices fabricadas con
biomateriales
, tanto naturales como sintéticos, es una ruta actualmente
abordada por muchos investigadores. Su efectividad se ve comprometida por la
adhesión, proliferación y producción de matriz extracelular en el área donde se
implanta.
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