An. R. Acad. Farm. vol 79 nº 2 2013 - page 8

Editorial
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pacientes. Por necesidad de algunos casos, la organización incluye nuevas
comunidades indígenas, todas ellas en situación socio-­‐económica deficiente y con
una numerosa población infantil.
Las viviendas suelen ser chozas como la mostrada en la Figura 2. En su
mayoría, el piso es de tierra y de una sola habitación, donde duerme la familia (de
una a tres generaciones). Se cocina fuera con leña, en el mismo suelo, y las
personas circundantes respiran la carbonilla desprendida, que induce a diversos
tipos de trastornos pulmonares (bronquitis, bronquiolitis, neumoconiosis, y de
vías respiratorias altas, etc.) por ser su efecto cotidiano. Y además ingieren una
dieta homogénea, con escaso contenido de vitaminas y minerales.
Figura 2.-­‐
Choza típica del Yucatán.
El hecho de no poseer instalaciones sanitarias que funcionen correctamente
y escasez de agua potable, la cual los indígenas tienen que ir a buscar a veces lejos
y con dificultad, se añade a lo hasta ahora mencionado. Así, podemos hacernos una
idea de las difíciles condiciones de vida de estas comunidades, aunque es paliado
por la disposición de autoridades estatales, con escuela y de algún centro sanitario,
en los que suelen dispensar insulina y reciben algunos cuidados médicos, aunque
están muy lejos de sus dispersas viviendas en la selva. A los centros sanitarios
pueden acudir los pacientes que padecen diabetes y tienen que inyectarse insulina.
Sin embargo, muchos de ellos no se tratan y otros renuncian al tratamiento por
desinformación, falta de conocimientos y de la evolución de su enfermedad. Lo
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