An. R. Acad. Farm. vol 79 nº 2 2013 - page 9

B. Ribas Ozonas
180
mismo ocurre con otras enfermedades, como el glaucoma, cataratas, Párkinson y
otras degenerativas.
Los niños se hacen notar, son, junto a las madres y los ancianos con
dificultades de desplazamiento, una de nuestras prioridades (Figura 3). Si no
acuden, somos nosotros, los médicos, que si les recordamos de otros años,
acudimos a su encuentro, y nos reciben con un abrazo y profunda alegría. Algunos
niños de 10 a 14 años no asisten a la escuela porque desconocen la trascendencia
de su formación y también por su lejanía. Se añade a ello, la irresponsabilidad de
los padres, capaces de cambiar las horas de formación de sus hijos por cualquier
trabajo mínimamente remunerado. El sacerdote organizador avisa con meses de
antelación, nuestra visita de atención médica.
Figura 3.-­‐
Grupo de niños expectantes a ser atendidos en lugar céntrico.
Para desplazarnos a estos pueblos, lo hacemos en dos furgonetas; una
camioneta porta las cajas de medicamentos, desde nuestra residencia hasta las
zonas de visita, a distancias de 120 a 160 kilómetros. La misión es corta, algo más
de 2 semanas, por el ajetreo que conlleva: levantarse pronto, con Misa opcional, y
acostarse tarde, según el número de enfermos y el largo viaje de regreso.
Carencias y necesidades de la Población. (Patologías, desinformación, educación)
Durante los años de misión médico-­‐clínica que he realizado, he observado
que además de los factores higiénico-­‐sanitarios, de temperatura elevada, oscuridad
en las chozas, escasa higiene y falta de agua y productos sanitarios, hay que contar
1,2,3,4,5,6,7,8 10,11,12,13,14,15,16,17,18,19,...212
Powered by FlippingBook