An. R. Acad. Farm. vol 79 nº 2 2013 - page 117

G. Martínez et col.
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entre individuos durante el transcurso de la infección representa un problema
para el diagnóstico de la enfermedad, dificultando enormemente la administración
de una terapia específica y eficaz para la infección cerebral, que conduce en
muchas ocasiones a un daño cerebral irreversible o la muerte del paciente (8, 9,
22).
La mayoría de los estudios sobre MC llevados a cabo con este modelo
definen la severidad de la enfermedad y sus manifestaciones en términos de días
post-­‐infección (19, 26). Sin embargo, debido a la diferencia temporal que
presentan los animales en la aparición de los primeros síntomas y en el propio
progreso de la infección, unido a que no todos los ratones infectados desarrollan la
infección cerebral, parece más indicado clasificar a los animales de acuerdo a las
manifestaciones fenotípicas neurológicas que van adquiriendo. Utilizando este
último criterio, esta investigación pone de manifiesto la ventaja de agrupar los
eventos neurológicos que suceden en la MC en estadios (I-­‐IV), cada uno de ellos
con cambios y expresión de síntomas y signos regulares, mediante la evaluación
constante de funciones neurocognitivas, biológicas y motoras del animal,
estandarizando así un protocolo analítico que, además, permita la identificación
precisa de los individuos que desarrollan la infección cerebral de aquellos que no
lo hacen. Varios de los síntomas asociados a MC descritos por otros autores (19, 26)
fueron observados en los animales de nuestro ensayo con EMC; sin embargo, el
momento de expresarlos fue distinto en cada individuo. Los signos incipientes
aparecieron en el día 6-­‐7 p.i., mientras que los síntomas más graves se observaron
entre las 6-­‐30 h posteriores.
Junto a estos animales se identificaron y caracterizaron ratones que
desarrollaban una infección malárica pero sin las características de la patología
cerebral, los cuales presentaban a su vez progresiones de infección distintas y con
parasitemias que podían llegar al 70%. Esta heterogeneidad también es propia de
la MC humana, donde solo entre el 2 y el 5% de los niños infectados desarrollan la
forma cerebral (13, 15, 18). Esta nueva caracterización del modelo murino
permite disminuir la variabilidad fenotípica, producto de la heterogeneidad en la
experimentación, y pone de manifiesto la necesidad de establecer un buen
diagnóstico de MC después de la infección que facilite la evaluación de
tratamientos farmacológicos que puedan generar resultados más confiables y
precisos. El artesunato es actualmente la droga más potente, aprobada y establecida
para ser la primera opción de tratamiento en adultos y niños con malaria severa
producida
P. falciparum
. Se ha demostrado que el artesunato es capaz de inhibir
tanto las formas maduras como las jóvenes del parásito y de ahí su versatilidad
(22, 39). Su acción antiplasmódica sobre
P. berghei
ANKA también ha sido descrita
1...,107,108,109,110,111,112,113,114,115,116 118,119,120,121,122,123,124,125,126,127,...212
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