Page 122 - Anales312018
P. 122
se lesione su naturaleza circulatoria. Es más, la confirma. Si es cierto que: BM=Y,
también lo es con incrementos: ΔBMΦ=ΔY.
La cuestión grave que se plantea es si vale la supuesta naturaleza exótica de los dos
multiplicadores: el monetario y el de la renta. O sea, ¿habría que repetir o
multiplicar los dos multiplicadores: ΔBM Φα= ΔY?
Podemos averiguarlo de la siguiente manera: sabemos que s<1, y que r<1, y que
por tanto αΦ>α y que αΦ>Φ. De aquí se concluye que nuestros propósitos
integradores resultan fracasados ya que el resultado final de la renta nominal sería
excesivo debido a la doble operación de la doble multiplicación de los dos
multiplicadores. ¿Qué hacer?: Elegir. Nos quedamos con el siguiente razonamiento:
decimos que se multiplica la renta utilizando su multiplicador y dejamos convenido
que hay una creación de dinero que financia dicha multiplicación.
12. CONCLUSIONES
Los tres paradigmas expresan las siguientes operaciones: 1º la utilización del
dinero, sea cual sea la forma que adopte, en especial los depósitos bancarios. 2º El
movimiento del dinero por unidad de renta y tiempo. 3º La causa inicial que es un
movimiento inicial del dinero supera a su resultado que es la renta nominal: M>Y.
3º La renta nominal representa, al final, la suma de las rentas y producción que se
han ido generando en las sucesivas operaciones de compra y venta. 4º En el último
tramo la renta marginal es igual a cero. 5º Es igual en las operaciones que se trate
de stoks, como es la oferta monetaria en la teoría cuantitativa, que de incrementos.
6º El dinero que está en el sistema es oferta monetaria, lo que quiere decir, por
definición, que es dinero en movimiento.
Hemos avanzado dando otras interpretaciones a cada uno de los paradigmas para
poderlos integrar en uno solo. Esto se aprecia cuando consideramos incrementos
de la oferta monetaria en la teoría cuantitativa del dinero, y también en
incrementos en la base monetaria en el multiplicador de la renta. Otro avance
integratorio lo logramos cuando explicamos la naturaleza de la velocidad y de los
multiplicadores. A su vez, entendemos a éstos cuando consideramos sus
denominadores: k, la preferencia por el dinero, s: la propensión marginal al ahorro.
122| José Villacís González