MARÍA VALLET REGÍ
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descompondrían en el pH ácido del estómago si el portador no les ofrece la
protección necesaria.
Por tanto, para estas aplicaciones es decisivo que el portador no se
degrade ni permita la liberación prematura del fármaco hasta que alcance su
destino, asegurando la liberación de altas concentraciones de fármaco en la
célula o tejido diana.
Hasta aquí, hemos presentado al primer actor, el
fármaco
, pero ha sido
imposible no entrecruzarlo con el segundo actor, la
nanomedicina
, a la cual
pasamos a continuación.
Y a través de ella volveremos a los fármacos.
La ausencia de fronteras en Ciencia, y el trabajo transversal y
multidisciplinar así lo contempla.