C. Martín y A. I. Torres
          
        
        
          
            220
          
        
        
          secundarios detectados a dosis terapéuticas son fatiga, neutropenia, mucositis,
        
        
          hiperglucemia y estomatitis (21). En un estudio en fase II, everolimus ha
        
        
          demostrado actividad antineoplásica en pacientes recién diagnosticados de cáncer
        
        
          de mama. También está siendo evaluado en ensayos con pacientes con cáncer de
        
        
          próstata y neuroendocrinos.
        
        
          
            Deforolimus
          
        
        
          Deforolimus (AP23573) es el último análogo desarrollado a partir de la
        
        
          rapamicina. Es estable en solventes orgánicos, soluble en agua en un amplio
        
        
          intervalo de pH, así como también en plasma y en sangre, tanto in vivo como in
        
        
          vitro. AP23573 presenta una potente, rápida y prolongada actividad inhibitoria de
        
        
          mTOR, lo que produce una inhibición del crecimiento de diversas líneas tumorales
        
        
          humanas in vitro, ejerciendo este efecto tanto individualmente como en
        
        
          combinación con otros agentes citotóxicos. En un estudio clínico de fase I, se
        
        
          administró por vía intravenosa durante 5 días en intervalos de 24 horas. Durante
        
        
          el primer ciclo de tratamiento se produjo una toxicidad severa tipo 3 limitante de
        
        
          la dosis, consistente en una mucositis oral aguda. Se observaron otros efectos
        
        
          secundarios, aunque de menor intensidad, entre los que destacaron episodios
        
        
          menores o moderados de mucositis, diarrea, anemia, nausea, fatiga, trombocipenia,
        
        
          neutropenia e hiperlipidemia. Se detectó actividad antitumoral preliminar a todas
        
        
          las dosis ensayadas en el estudio. En estudios en fase II en pacientes con sarcoma,
        
        
          deforolimus mostró una tasa de beneficio clínico del 29%; en otro estudio en
        
        
          cáncer de endometrio la tasa de respuesta fue del 9%, al igual que en neoplasias
        
        
          hematológicas (20). Actualmente se están desarrollando estudios en fase III.
        
        
          
            
              3.3. Inhibidores de EGFR
            
          
        
        
          EGFR o receptor del factor de crecimiento epidérmico es un receptor
        
        
          tirosin-‐quinasa que se activa por ligandos tales como el factor de crecimiento
        
        
          epidérmico (EGF). Esto desencadena la activación de vías de señalización
        
        
          intracelulares, tales como la proteína-‐quinasa activada por mitógenos (MAPK) y la
        
        
          fosfatidilinositol 3-‐quinasa (P13K)-‐AKT, ambas involucradas en la supervivencia y
        
        
          proliferación celular (22,23). Su sobreexpresión en tumores a menudo se
        
        
          correlaciona con mal pronóstico, disminución de la supervivencia y resistencia a la
        
        
          terapia. La desregulación de EGFR (por su sobreexpresión o por una activación
        
        
          excesiva) contribuye a la proliferación, transformación, angiogénesis, invasión,
        
        
          metástasis y la inhibición de la apoptosis en células tumorales (24). Por lo tanto,
        
        
          moléculas inhibidores de este receptor tienen especial interés como agentes
        
        
          antineoplásicos. Se han identificado dos tipos de inhibidores de la señalización de
        
        
          EGFR: -‐ Moléculas pequeñas como gefitinib (ZD1839) y erlotinib (OS1774) que
        
        
          inhiben el dominio tirosina quinasa intracelular del receptor EGFR (9).