A. M. Pascual-‐Leone
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disminución de la expresión de los receptores GC también han sido estudiados
(11,12) (Fig 3)
Figura 3.-‐
Axis HPA donde se sitúan escasamente en hipocampo los receptores de glucocorticoides
lo cual proporciona una mala retroalimentación negativa a nivel de pituitaria o hipófisis e
hipotalamo.
Todas estas investigaciones realizadas en el siglo XX, y muchas otras, en
dicha vertiente, se hicieron bajo un paradigma que comprendía tres premisas
aceptadas, entonces, por todo el mundo científico.
La primera, que las hormonas gonadales o sexuales ejercían su acción, a
través del cerebro, siempre con fines reproductores.
En segundo lugar, se pensaba que los receptores de hormonas esteroides
eran nucleares y hacían su acción por vía genética, es decir, fijándose al ADN y
modulando la expresión de proteínas, y, en tercer lugar, se creía en la plasticidad
del cerebro en periodos de desarrollo, pero se tenían muchos prejuicios acerca de
la plasticidad del cerebro adulto.
Las tres premisas se vinieron abajo a finales del siglo XX. Todo ello
provocado, fundamentalmente, por el hecho de que los estudios a nivel cerebral
del estradiol mostraban que, además de producir un dimorfismo sexual cerebral a
través de receptores nucleares en hipotálamo, el estradiol influenciaba, a través
del cerebro: fluidez verbal, tareas de conocimiento espacial, de memoria y
motoras; coordina movimientos, y su acción está implicada en las depresiones. Y
para explicar estas acciones se buscaron los correspondientes receptores