J. R. Lacadena
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no pasaron del estadio de seis células, el blastocisto único de Stojkovic y
colaboradores procedía de una célula indiferenciada (técnicamente, por tanto, se
trataría de una
paraclonación
). Lógicamente, no se incluyen en esta relación los
trabajos del grupo surcoreano de Hwang que resultaron ser fraudulentos.
El éxito logrado por Mitalipov y colaboradores en 2007 en un primate no
humano como el macaco rhesus hizo albergar esperanzas sobre la posibilidad de
tener éxito también en la especie humana. Y así fue, en efecto, porque el siguiente
paso en una acelerada carrera científica se dio poco después, el 17 de enero de
2008, cuando el grupo liderado por el Dr. Andrew J. French (7), de la empresa
privada norteamericana Stemagen Corporation, La Jolla, California, hizo público en
la versión
online
de la revista
Stem Cells
que habían obtenido mediante la técnica
de transferencia nuclear 5 blastocistos humanos clónicos que llegaron a alcanzar
una fase de desarrollo de entre 40 y 72 células. Ellos utilizaron 29 ovocitos
procedentes de 3 mujeres jóvenes (20-‐24 años) a los que se transfirieron los
núcleos de fibroblastos de dos donantes varones adultos, obteniendo 21
embriones SCNT de los que 5 alcanzaron la fase de blastocisto. De los 5 posibles
blastocistos SCNT, sólo en uno de ellos se demostró su verdadera condición clónica
por análisis tanto del ADN nuclear como del ADN mitocondrial (ADNmt) mientras
que en otros dos solamente se confirmó el ADN nuclear. En ningún caso se
pudieron obtener las líneas celulares troncales porque los blastocistos fueron
destruidos para poder realizar los análisis del ADN.
Por todo ello, ha impactado en la comunidad científica y en la sociedad la
noticia de que el 15 de mayo de 2013, la revista
Cell
publicó
online
el trabajo de
Mitalipov y colaboradores (11) en el que demostraban que, por primera vez en la
historia científica, se había obtenido mediante la técnica de transferencia nuclear
(NT) embriones humanos clónicos (SCNT) que se desarrollaban hasta el estadio de
blastocisto y de los que se aislaron células troncales embrionarias pluripotentes
(NT-‐ESC). Esta investigación supone un paso adelante hacia la clonación humana
con fines terapéuticos.
La investigación de Mitalipov y colaboradores, aunque enormemente
sofisticada y compleja, se puede resumir así:
1.
Optimización de la metodología utilizada en el macaco rhesus:
a.
La sensibilidad del ovocito humano en metafase II (ovocito MII) a la
activación prematura inducida por la eliminación y reintroducción
del huso meiótico (12) y la utilización de la electrofusión (13) les
llevó a introducir ciertos cambios técnicos como fue la utilización de
la envoltura del virus hemaglutinante del Japón (HVJ-‐E) previamente
inactivado para fusionar las células somáticas donadoras con los
ovocitos MII mientras se mantienen los ovocitos enucleados
(citoplastos) en meiosis. Aunque la tasa de fusión era del 100%, sin