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Tratamiento no farmacológico
Dieta:
La recomendación actual es una restricción calórica moderada y una
alimentación nutricionalmente equilibrada adaptada a la edad; consistente en un consumo
libre de alimentos hipocalóricos ricos en fibra como frutas, verduras y cereales integrales,
un consumo moderado de alimentos con mayor densidad calórica, esenciales para una
alimentación saludable y restricción de alimentos ricos en grasa o en azucares simples.
Actividad física:
El aumento de la actividad física o la disminución de sedentarismo es
otro de los pilares de la terapia de la obesidad pediátrica, junto con las modificaciones
dietéticas y los cambios conductuales. El ejercicio actúa aumentando el gasto energético,
por lo que el balance energético se hace más negativo, produciendo teóricamente la pérdida
de peso. Se desconocen por el momento las recomendaciones de actividad física adecuadas
para los adolescentes con exceso de peso y no existe evidencia de cual es el programa de
ejercicio más eficaz.
El conocimiento disponible respecto a la reducción del sedentarismo en el control de la
obesidad pediátrica es menor, aunque se sabe que reducir el sedentarismo es al menos tan
eficaz como potenciar la actividad física.
Modificación de Conductas:
Los tratamientos que incluyen cambios de las conductas
que favorecen el desarrollo o el mantenimiento de la obesidad en la población pediátrica
parecen ser la intervención terapéutica mejor estudiada en estas edades.
Numerosos estudios de intervención infanto-juvenil corroboran la eficacia preventiva
del abordaje cognitivo-conductual y existe consenso que la combinación de cambios
comportamentales con las estrategias dietéticas y farmacológicas es más efectiva.
Metas de la terapia:
La meta primaria para manejar la obesidad no complicada es
obtener hábitos de alimentación y actividad física saludables y no el alcanzar un ideal de
peso corporal, por lo que se debe enfatizar los cambios conductuales y mantenerlos. El
establecer como uno de los objetivos de tratamiento frenar la ganancia de peso o la
reducción de peso va a depender de la edad del niño, de la gravedad de la obesidad y de la
presencia de complicaciones asociadas (Figura 4).