Gloria Redondo Rincón, Antonio González Bueno
668
sazón ocupaba el cargo de Director general de Previsión (45), señalaba el elevado
gasto en medicamentos que suponía la prestación ofertada por el seguro de
enfermedad y proponía algunas soluciones:
“-‐ Como última cuestión, ¿quiere decirnos cuál es hoy la mayor
dificultad con que se enfrenta el Seguro de Enfermedad?
-‐ Sin duda alguna el elevado coste de los medicamentos, que supone
un gasto diario de dos millones de pesetas.
-‐ ¿Han pensado cómo solucionar tan grave problema?
-‐ El Seguro de Enfermedad es el mejor cliente de la industria
farmacéutica española. Pretendemos huir de una intromisión en esferas
propias de la actividad privada, pero creemos tener derecho a que por
aplicación de las normas comerciales usuales en la actividad privada, se nos
dé el trato debido al mejor cliente” (46).
En términos similares se pronunció Ramón Díaz Fanjul, Jefe Nacional del
Seguro, al detallar, en abril de 1952, las razones que dieron lugar a la redacción del
Petitorio…
: “Por una parte existe el peligro del abuso de los modernos y activos
productos químicos y biológicos, y de otra, que la administración de los
medicamentos sin precisión ni
rigor determina numerosas
contraindicaciones, incompatibilidades y sensibilizaciones ya de todos
conocidas. Pero no es menos importante el aspecto social del problema; la falta
de cultura en las gentes, o aun la ausencia de sentido ético, crea, en
ocasiones, esas reacciones individuales que originan agudos choques entre
médicos y asegurados” (47).
Tras algunas notas de prensa como a las que nos hemos referido líneas
arriba, y que alcanzaron a los diarios nacionales (48), desde el gabinete de Girón se
optó por trasladar la responsabilidad de limitar la prestación farmacéutica a los
propios cotizantes. Una orden del Ministerio de Trabajo, de fecha de 28 de abril de
1953 (49), dispuso una consulta pública sobre el sistema de prescripción
farmacéutica que los asegurados preferían; los motivos de la consulta se detallan
en el preámbulo de la norma:
“El aumento progresivo del precio de las especialidades
farmacéuticas desde la implantación del Seguro Obligatorio tiene una
evidente repercusión económica en el mismo. Los avances constantes de la
Medicina con la aparición de los antibióticos y nuevas drogas, surgidos con
posterioridad al año 1945, han creado una situación fundamentalmente
distinta en cuanto a la terapéutica.