J. R. Lacadena y F. Mayor Menéndez
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Figura 6.-‐
Estructura tridimensional del receptor beta-‐2 adrenérgico y cambios promovidos tras su
activación. Los trabajos de Kobilka han permitido cristalizar el receptor beta-‐2-‐adrenérgico
activado por agonista en complejo con la proteína G e identificar las principales superficies de
interacción entre estas proteínas. En el esquema de la derecha se muestran los principales cambios
es promovidos por agonistas, que conducen a un aumento de las superficies
e se ofrecen a las proteínas G en el interior de la célula (esquema modificado de
).
En definitiva, todos estos estudios están permitiendo obtener información
muy relevante sobre las distintas conformaciones activas de los GPCRs y sobre
cómo son capaces de transmitir información al interior de la célula. El concepto
general que parece emerger es que la familia de receptores de 7 dominios
transmembrana tendría una arquitectura general modular, compuesta por un
módulo de unión de ligandos y otro módulo de señalización hacia el interior
celular (Figura 7).
El módulo de unión de ligandos, formado por las bucles extracelulares del
receptor y la parte más externa de sus dominios transmembrana, presenta la
mayor diversidad entre los distintos receptores GPCR (lo que permitiría explicar
su interacción específica con múltiples ligandos diferentes) y sufre cambios
conformacionales menos acusados en presencia de agonistas (37). Por el contrario,
el modulo de señalización hacía el interior de la célula, formado por la parte más
interna de los dominios transmembrana y por los bucles intracelulares del