J. R. Lacadena y F. Mayor Menéndez
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En la concesión de un premio Nobel puede premiarse una investigación
pionera en un campo científico o una investigación posterior basada en el cambio
de paradigma que supuso aquella. En el caso que hoy nos ocupa, la Asamblea Nobel
ha tenido el acierto de premiar ambas cosas: por un lado, a Sir John B.Gurdon que
hace 50 años, en 1962, demostró la posibilidad de que la información genética
contenida en el núcleo de células diferenciadas de un anfibio pudiera ser
reprogramada para reiniciar un proceso de desarrollo completo y, por otro lado, a
Shinya Yamanaka que 44 años más tarde encontró las claves genéticas para inducir
la reprogramación celular en mamíferos como el ratón y el ser humano
2. CONCEPTO GENÉTICO DE DESARROLLO
El desarrollo se puede definir como un “proceso regulado –es decir, bajo
control genético– de crecimiento y diferenciación resultante de la interacción
núcleo-‐citoplásmica, del ambiente celular interno y del medio externo mediante el
cual se produce la formación del individuo adulto a partir de una célula inicial
única: el cigoto originado por la fecundación de los gametos”. El cigoto reúne la
información genética necesaria (aunque a veces no suficiente) para programar la
formación del nuevo ser, de manera que, de no mediar alteraciones de cualquier
tipo que interfieran con el proceso, a partir del momento en que empiece a
funcionar el primer gen en dicha célula, la programación genética conducirá
inexorablemente a la formación del individuo adulto. El proceso de desarrollo es,
por tanto, una secuencia programada de cambios fenotípicos controlados espacial
y temporalmente que constituyen el ciclo vital del organismo (1).
En el proceso global de desarrollo cabe distinguir los siguientes fenómenos
o componentes del desarrollo:
•
La replicación genética (ADN) y la proliferación celular, que producen el
crecimiento;
•
La diferenciación celular o citodiferenciación, fenómeno por el cual células
que tienen un origen común y, por tanto, son genéticamente idénticas,
divergen en su estructura y/o función, dando lugar a líneas celulares
morfológicamente y/o fisiológicamente diferentes;
•
La histogénesis, como resultado de la agregación de células diferenciadas
para constituir un tejido con función especializada;
•
La organogénesis, como consecuencia de la asociación de tejidos, dando
como resultado final la forma del individuo (morfogénesis);
•
Por último, podría considerarse el comportamiento como una expresión
multidimensional del desarrollo.
En el contexto del Premio Nobel que conmemoramos, solamente haremos
referencia a la diferenciación celular. La citodiferenciación es debida a una