J. R. Lacadena y F. Mayor Menéndez
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Aplicaciones terapéuticas en humanos
Esclerosis lateral amiotrófica, ELA (Eggan, 2008); distrofia muscular y
enfermedad de Huntington (Park
,
2008 y The HD iPSC Consortium, 2012); atrofia
muscular espinal, AME (Svendsen, 2009); síndrome de Rett (Marchetto, 2010);
deficiencia en α1-‐antitripsina (Rashid, 2010); ataxia espinocerebelar (Koch,
2011); progeria (Izpisúa Belmonte, 2011); esquizofrenia (Brennand, 2011);
enfermedad de Parkinson (Izpisúa Belmonte, 2012); enfermedad de Alzheimer
(Israel, 2012)
La importancia del descubrimiento de la posibilidad de obtener células
troncales pluripotentes inducidas (células iPS) por reprogramación celular de
células somáticas adultas mereció ser seleccionado por la revista Science (49)
como el segundo de los diez descubrimientos científicos más importantes del año
2007 y como el más importante del año 2008. Consideraba la revista que la
obtención de células iPS es el logro de “una hazaña largamente buscada de
alquimia celular”: así como los antiguos alquimistas buscaban convertir metales
vulgares en oro, los científicos actuales han logrado convertir células humanas
diferenciadas en células iPS, el equivalente biológico del oro.
Al igual que le ha sucedido al Dr. Ian Wilmut con la clonación en relación
con el galardón Nobel concedido al Dr. Gurdon que he comentado anteriormente,
el Dr. James A. Thomson ha experimentado una situación análoga por partida
doble. En efecto, la historia de la células troncales pluripotentes embrionarias
empezó en 1981 cuando Sir Martin J.
Evans −galardonado con el Premio Nobel en Fisiología o Medicina en 2007−
logró aislarlas y cultivarlas a partir de embriones de ratón en fase de blastocisto
(50). Años más tarde, en 1998, el grupo dirigido por James A. Thomson, de la
Universidad de Wisconsin-‐Madison, consiguió aislar y mantener en cultivo células
troncales embrionarias a partir de blastocistos humanos (51), continuando de
alguna manera lo que Evans había logrado en ratones en 1981 y abriendo un
nuevo campo científico en la Medicina. Este año por segunda vez se ve privado el
Dr. Thomson del galardón Nobel a pesar de haber obtenido casi simultáneamente
con el Dr. Yamanaka las células troncales pluripotentes inducidas humanas. Como
es sabido, la normativa de la Institución Nobel prohíbe dar el mismo premio a más
de tres personas, de no tratarse de un colectivo u organización.
Los intentos de abrir las puertas a la clonación humana con fines
terapéuticos (obtención de embriones somáticos por transferencia nuclear de
células del propio paciente) puede que resulten innecesarios si llega a hacerse una
realidad clínica la reprogramación de células somáticas adultas utilizando las
técnicas de Yamanaka, Thomson y Jaenisch antes descritas. En este contexto cabe