Biodeterioro de monumentos y biorremediación…
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una alteración de las maderas y policromía (Figura 6). La composición del polvo
fue muy heterogénea, incluyendo partículas minerales resultantes del deterioro de
los materiales de construcción de las bóvedas, fragmentos de elementos
decorativos (policromía y dorado), productos de la contaminación atmosférica, así
como fragmentos de insectos y arácnidos, excrementos de aves, además de un
significativo y elevado número de bacterias y esporas de hongos, que han sido
eliminados en la reciente restauración del retablo.
Figura 6.-‐
Ensayo de limpieza efectuado en el Retablo Mayor de la Catedral de Sevilla en el año
2012.
Por otra parte, en las dos últimas décadas se han publicado una serie de
investigaciones proponiendo la utilización de bacterias y enzimas para limpieza y
consolidación de bienes culturales. Mientras que los ensayos presentados, a escala
reducida, tanto en el laboratorio como in situ, parecen ser prometedores, la
aplicación real puede ser compleja por las grandes superficies a tratar, el volumen
de líquido a utilizar, el periodo de aplicación necesario, etc. y, de hecho, la
eliminación de costras negras sulfatadas en monumentos, a escala industrial, suele
seguir efectuándose mediante limpieza mecánica o con limpieza láser en pequeños
objetos o estatuas.
La transferencia del laboratorio al campo cuenta con grandes
inconvenientes, particularmente en los casos de consolidación con calcita
procedente de bacterias. En estos casos es dudosa la capacidad de penetración en
el sistema poroso y que la calcita cristalice y consolide en el interior de la piedra.
Se considera que en la mayoría de los casos se produce una bioprecipitación