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degenerativas incluyendo cánceres, diabetes tipo 2 o la atrofia cerebral, y uno de los dos
estudios demostró aumentos de longevidad media y máxima. En los humanos, lógicamente
no hay datos de longevidad. Sin embargo se están acumulando también evidencias sobre los
efectos beneficiosos de la CR en nuestra especie en estudios epidemiológicos,
transversales, en centenarios, y en grupos de restricción calórica voluntaria.
Efectos de la restricción calórica en humanos
Se ha demostrado la capacidad de la CR para retrasar el envejecimiento, aumentando
las longevidades media y máxima, en varias especies incluyendo a mamíferos. Los
mecanismos exactos responsables de este efecto tan positivo no se conocen. Sin embargo
sabemos que la CR disminuye el daño oxidativo, mejora varios marcadores de
enfermedades asociadas con la edad como la resistencia a la insulina en el caso de la
diabetes y el perfil lipídico en el caso de las enfermedades cardiovasculares. Los estudios
en macacos
rhesus
sugieren que la CR crónica puede oponerse a muchos cambios
fisiopatológicos asociados con la edad incluyendo cambios en el comportamiento y el
aprendizaje, las concentraciones de insulina en plasma y el gasto energético en reposo.
Se sabe poco en cambio del efecto de la CR sobre el envejecimiento y la longevidad
humanas. Una de las evidencias epidemiológicas mas llamativas que apoyan el papel de la
CR como factor antienvejecimiento en el hombre viene del estudio de las poblaciones de la
región de Okinawa. Esta zona de Japón tiene un número medio 50 centenarios por cada
100.000 personas, lo cual es entre 4 y 5 veces mayor que en otros países industrializados.
Los informes del Ministerio Japonés de Salud, Trabajo y Seguridad Social indican que las
longevidades media y máxima están aumentadas entre los habitantes de Okinawa
comparado con el resto de Japón. A partir de los 65 años, la esperanza de vida de los
habitantes de Okinawa es de 24.1 años en mujeres y 18:5 años en hombres, comparado con
19.3 años en mujeres y 16.2 años en hombres en EEUU. Lo que hace especialmente
interesante a esta población es que hace ya 40 años que se describió que los niños
escolarizados de la isla mostraban una ingesta calórica disminuida, lo cual fue confirmado
luego cuando se vio que los adultos tienen una dieta que supone una CR al 20% comparado
con los japoneses del interior. Una estimación reciente del balance energético de una