Los remedios preservativos de la Peste: Primero la huida
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componentes del Diamargaritón frío), la Leticia de Galeno, el Triasandali
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,
la
Theriaca, y el Mitridato
:
De los cuales dos remedios últimos bastaría cada uno por si, dado con un poco
de vino en cantidad de una dracma, si fuesen dispensados fielmente.
Dentro de la más pura magia, si lo anterior no está sumido en ese pensamiento,
aconseja el uso de varios objetos colgados del cuello o llevados como anillos. Sobre
todo el jacinto, la esmeralda, el jaspe verde, la piedra llamada Ophiter, por ser
manchada como culebra, el Saphir (zafiro).
Como remedio especialmente bueno, se hace eco de lo aconsejado por “
Maestre
Juan Portugués, médico muy antiguo y de consumada experiencia
”. En Roma le dijo,
en gran secreto, que un pedazo de solimán, atado al sobaco izquierdo, tenía facultad
muy buena contra la pestilencia. Él creía que gracias a eso se preservó durante
muchos años en el hospital de San Juan de Letrán.
Zamudio de Alfaro
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le contradice. Su negativa a usar el solimán se debe al
acrisolado argumento de que su inventor fue judío, con lo cual “
bastará para no usar
de él
”. Al razonamiento del siempre sospechoso de judaísmo, Andrés Laguna, de que
su descubridor lo usó durante muchos años y no fue contagiado, él contrapone el de
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Bernardino de LAREDO,
Modus faciendi cum ordine medicandi
, Sevilla: Jacobo Cromberger, 1527, fol. 65. Para este autor
todas las cosas que entran en el medicamento son cordiales (favorecen al corazón) y confortativas del estómago. Entran en su
composición diversas piedras preciosas: zafiro, jacintos, esmeraldas y perlas pequeñas, coral rubio y blanco; huesos de corazón de
ciervo (cayado de la arteria aorta, endurecido a consecuencia de la edad), hueso de elefante, Spodio o espodio (marfil quemado),
cuerno de ciervo, goma árabe, cortezas de cidra, trociscos de diarrodón (el mismo autor nos explica que estaban formados de
sándalos colorados y blancos, jugo de rosas, hojas de rosas coloradas, alcanfor y agua de rosas), azafrán, simientes de acederas,
flor de nenúfar blanco, sándalos cetrinos y colorados y blancos, almizcle, panes de oro, simiente de adormidera
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El mismo Bernardino de LAREDO nos explica cómo se hace el Diamargariton cálido de Nicolás, a continuación del frío, con
una fórmula muy distinta e igual de compleja, con algunos elementos comunes, en donde también entran algunas piedras
preciosas.
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Bernardino de LAREDO,
Modus faciendi…
op., cit., fol. 74. Está compuesta de canela, dorónicos, raíces de varias plantas
aromáticas y algo dulces, (
Doronicum farm.; Dornicum latifolium; Doronicum pardalianches
L.;
Doronicum romanum…
)
gariófilos, que son la madre del clavo de especia, macias (túnica membranosa que rodea la base de las semillas de la nuez
moscada), nueces moscadas, galanga, (
Alpinia galanga
L.); Spicanardi o Espicanardo (
Spica indica; Spica nardos; Spica
officinalis.
) cardamomo, jengibre, sándalos cetrinos, pimienta longa, ámbar, almizcle, agua rosada y azúcar.
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No he identificado estas preparaciones. Los tres sándalos eran el blanco (
Sandalum album
L.); el cetrino (
Sandalum citrinum
off.) era el leño procedente del sándalo blanco, de color amarillo leonado y el rojo (
Sandalum rubrum officinale
), otro leño
procedente del
Pterocarpus indicus
Wild. Con esos tres se prepararía una fórmula magistral.
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Zamudio de ALFARO,
Orden para la cura y preservación…
op., cit., fol. 26