Los remedios contra la Peste Negra-Javier Puerto - page 28

Los métodos preservativos
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2.1. E
L ARREPENTIMIENTO
En congruencia con la hipótesis sostenida sobre la enfermedad, destaca la
primacía absoluta de la contrición sobre cualquier otro método preservativo, tanto si
la enfermedad derivaba de un castigo divino ante un pecado o negligencia evidente,
o la falta resultaba desconocida a ojos de los mortales. En todos los casos, las
muestras de profunda aflicción se consideraban imperiosas.
2.2. L
A PURIFICACIÓN DEL AIRE
:
SAHUMERIOS Y MELOTERAPIA
Como la pestilencia se debía al aire corrupto y mal oliente, se fijaban más en la
primera de las seis cosas no naturales: el aire y el ambiente.
Aconsejaban el desplazamiento a zonas altas, montañosas, cuando la
putrefacción del aire provenía de las aguas o de la tierra.
Si la consideraban impuesta y derivada de una constelación planetaria o debida
a la “
mirada
” aviesa de un planeta, los habitantes del territorio amenazado debían
trasladarse, a toda prisa, a zonas bajas, incluso bajo tierra.
En todos los casos, destacaban la gran eficacia del fuego para purificar el aire
corrupto.
Con respecto a la sexta causa no natural, en tiempos de peste, se aconsejaba
huir de la ira, de la tristeza, de la soledad y el miedo. Debían procurarse alegría y
deleite. Daban gran importancia a la autosugestión, a la capacidad de sentirse
esperanzados y tranquilos. Para evitar la aprensión producida por el estado caótico
derivado de la mortalidad excesiva, aconsejaban hacer las paces con Dios.
Un buen método para purificar el aire y sosegar los ánimos sería la música, en
opinión de Alonso Freilas
45
, conforme a las de Aristóteles, Platón o Pitágoras,
46
con
seguidores destacados durante la Ilustración española en donde se trató de emplear
en varias dolencias físicas
47
.
45
Alonso FREYLAS,
Conocimiento, curación y preservación de la peste
, Jaén: Fernando Montoya, 1605.
46
Luis GIL,
Therapeia
, op., cit., “la meloterapia a la luz de la experiencia histórica” pág. 317 y ss.
47
Javier PUERTO,
El mito de Panacea…
op., cit., pág. 451- 452.
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