Los métodos preservativos
30
Según él, el vino moderado ayuda a la digestión, da alegría al ánimo y esfuerza
las virtudes del ingenio. El inmoderado hace mucho daño. Pese a la opinión de
Savonarola respecto a que quienes se dan mucho al vino son poco atacados por el
aire pestilencial, López Corella no lo cree y, como la mayoría, recomienda beber el
vino aguado. Admite que bien pudiera ser que hombres muy acostumbrados a beber
vino se vean atacados poco por la Peste, pues el aire que sale por su aliento,
mezclado con los vapores del vino, puede corregir mucho el aire corrompido y
contagioso, al menos esa es la opinión de Savonarola.
Él anota, como Avicena y otros muchos sostienen, la bondad de la ebriedad, al
menos una vez al mes, porque con la borrachez llega el vómito y el sueño grande y
reconfortante
49
.
Similares consejos proporciona Nicolao Bocangelino durante el Barroco. La
ignorante ansiedad hacia el tema se mantuvo constante a través de los tiempos.
Los principales problemas derivan de la dificultad de clasificar los nutrientes
dentro de un esquema tan especulativo como el humoralista galénico.
Aunque todavía no hay suficientes estudios sobre los aspectos científicos de la
nutrición en la Edad Moderna, he de recordar que el galenismo dividía el mundo entre
los medicamentos, obtenidos fundamentalmente del reino vegetal, los venenos, del
mineral y los alimentos del animal. A partir de aquí, las circunstancias según las
cuales se considera un alimento más o menos dotado de un humor u otro resultan,
casi siempre, peregrinas.
Vemos como Marsilio Ficino
50
, aconseja privarse de pescado, mientras Zamudio
de Alfaro lo recomienda. Fernández Álvarez aconseja la carne de vaca que Cartagena
repudia
51
y así sucesivamente.
49
Alonso LÓPEZ DE CORELLA,
Secretos de Filosofía…
op., cit., pág. 263
50
Marsilio FICINO,
Libro compuesto por Marsilio Ficino, en el qual se contienen grandes avisos y secretos maravillosos, assi de
medicina como de cirugía: para curar y preservarse los hombres de pestilencia, con otros muchos tractados muy necesarios de
diversos auctores experimentados en esta enfermedad
, Çaragoça: Pedro Bernuz, a costa de Francisco Curteti, 1564 (hay una
segunda edición en el mismo lugar en 1568 y una tercera, Pamplona, Mathias Mares, a costa de Martín Gómez, 1598).
51
Antonio de CARTAGENA,
Liber de peste: de signis febrium er de diebus criticis. Additus est etiam huic operi libellus eiusdem
de fascinatione
, Compluti: in Aedibus Michaelis de Eguía, 1529