Aclidinio...
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7.
Reducción de la mortalidad.
Los broncodilatadores son fundamentales para el tratamiento sintomático
de la EPOC y se pueden administrar para aliviar los síntomas agudos o como
tratamiento de mantenimiento para la prevención o reducción de los síntomas. Las
guías terapéuticas recomiendan el uso regular de uno o más broncodilatadores de
acción prolongada. En la actualidad se utilizan broncodilatadores tales como los
agonistas beta
2
, los antagonistas muscarínicos, la teofilina o alguna combinación de
estos fármacos.
Elección del broncodilatador
La terapia depende de la disponibilidad y la respuesta individual en
términos de mejora de los síntomas y la tolerabilidad. Los nervios parasimpáticos
son la vía neuronal predominante en el origen de la broncoconstricción de las vías
respiratorias, y el tono colinérgico es el principal componente reversible en la
EPOC. Los mecanismos colinérgicos son también importantes en la regulación de
la secreción de las glándulas submucosas, que se halla incrementada en la EPOC.
Los nervios parasimpáticos ejercen su efecto broncoconstrictor y el incremento de
la secreción de moco a través de la activación de los receptores muscarínicos en el
músculo liso bronquial y las glándulas submucosas, respectivamente. El bloqueo
de estos receptores muscarínicos con antagonistas de larga duración proporcionan
un beneficio clínico en EPOC, regulando la secreción mucosa y reduciendo la
contracción de la musculatura bronquial, minimizando con ello el uso de recursos
sanitarios y reduciendo el impacto que tiene la enfermedad sobre las instituciones
sanitarias y la sociedad.
Diana farmacológica
Actualmente, hay cinco subtipos de receptores muscarínicos conocidos (M
1
-‐
M
5
). La musculatura lisa bronquial contiene receptores M
1
, M
2
y M
3
.
Los receptores M
1
se localizan en los ganglios parasimpáticos en las vías
respiratorias facilitando la neurotransmisión a través de estos ganglios. Los
receptores M
1
se encuentran también expresados en poca densidad en las
glándulas submucosas de las vías respiratorias humanas. Los receptores M
2
se
encuentran en las fibras musculares lisas y no parecen tener un papel directo en la
contracción. Los receptores M
3,
son los que median la contracción del músculo liso
en el tracto respiratorio y la secreción de moco, por lo que son un objetivo
importante para el alivio sintomático de la EPOC. En consecuencia, en las vías
respiratorias, la principal acción de los antagonistas muscarínicos es la
broncodilatación y la reducción de la secreción de moco a través del bloqueo de
los efectos de la acetilcolina liberada por sistema nervioso parasimpático.