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sistema nervioso. Por ejemplo, el sabor del alimento desencadena una cascada de reacciones que conduce a
que las paredes del estómago produzcan ácido, proceso denominado fase cefálica de la digestión. Por tanto,
el estómago comienza a responder al alimento antes incluso de que éste abandone el espacio bucal.
La saliva, segregada por las glándulas salivales, se mezcla con el alimento facilitando la masticación. La
saliva, además, contiene enzimas que comienzan la degradación del almidón y de las grasas. Por ejemplo, la
digestión de los carbohidratos comienza con la enzima salival la alfa amilasa y la digestión de las grasas con
la lipasa, enzima segregada por las glándulas sublinguales (Figura 1).
¿Qué ocurre en el esófago?
El esófago es un conducto o músculo membranoso, de aproximadamente de unos 30-‐35 cm de
longitud, que recoge el bolo alimenticio tras la fase bucofaríngea de la deglución. En la parte superior del
esófago, entre la faringe y el esófago, está el esfínter faringoesofágico, que permanece cerrado entre
deglución y deglución impidiendo que el aire entre en el esófago durante la inspiración. En el extremo
inferior del esófago, entre el esófago y el estómago, se sitúa el esfínter gastroesofágico,. La función
principal de este esfínter es impedir el reflujo del contenido gástrico hacia el esófago. En caso de fallo del
esfínter gastroesofágico, se produce una ulceración, denominada esofagitis por reflujo.
Gracias a una serie
de movimientos peristálticos, el bolo alimenticio progresa hacia el estómago, para participar en la
progresión ordenada del alimento
.
Por tanto
, e
l esófago conecta la boca con el estómago y envía el
alimento triturado y mezclado con la saliva al estómago. El esófago es la porción del tubo digestivo que
establece la conexión entre el mundo externo y el tracto digestivo. Esta capacidad del esófago de separar la
boca y el estómago es muy importante y se observa en casos del reflujo gastroesofágico, alteración en la
cual la barrera esofágica no es efectiva y el contenido ácido del estómago se escapa al esófago. Es frecuente
la experiencia de reflujo gastroesofágico, y en ese caso el esófago, con ayuda de otro componente de la
saliva, el bicarbonato, tiene la capacidad de eliminar cualquier ácido estomacal del reflujo. En muchos
casos, sin embargo, si este reflujo gastroesofágico ocurre con más frecuencia y se hace crónico puede
causar esofagitis que cursa con dolor y afecta la digestión saludable
.