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de la obesidad, y su receptor (gen db), se pensó que se habían descubierto las moléculas
clave para el control del peso corporal, pero no fue así. Además de esta relación con la
obesidad, la leptina también se ha asociado con la diabetes mellitus tipo 2 y con la
resistencia a la insulina, característica principal de esta patología. La administración de
leptina aumenta la actividad simpática sistémica, y produce en el tejido adiposo y el
músculo el aumento de la termogénesis. Existe una relación lógica entre leptina y hormonas
tiroideas De la misma forma, las hormonas tiroideas son un factor principal en la regulación
del metabolismo basal, de la termogénesis y de la actividad simpática. Como ya se ha
comentado más arriba, tanto las hormonas tiroideas como la leptina aumentan la actividad
de las proteínas disociadoras (UCPs, uncoupling proteins) y con ello favorecen la
termogénesis.
De igual forma las hormonas tiroideas regulan la producción de leptina en los
adipocitos. Tanto las hormonas tiroideas como la leptina aumentan la actividad de las
proteínas disociadoras de las mitocondrias (UCPs) favoreciendo la termogénesis. La leptina
puede inhibir directamente la producción de glucocorticoides en las suprarrenales, y dado
que los corticoides producen un efecto directo sobre las células del núcleo paraventricular
reduciendo los niveles de prohormona liberadora de tirotrofina (proTRH), el incremento de
los niveles de leptina puede aumentar a su vez, de forma indirecta, la actividad tiroidea.
La leptina produce, como se ha dicho antes, una inhibición de la producción de
neuropéptido Y (NPY) en el núcleo arcuato, lo cual aumenta también la producción de
TRH. La regulación hormonal del comportamiento alimentario es un sistema complejo en
el que intervienen varios péptidos del sistema gastrointestinal y del SNC. Su regulación es
tan compleja como novedosa y en parte desconocida, pues periódicamente se siguen
descubriendo nuevos mediadores hormonales. Por otra parte, en individuos sanos, la ingesta
de alimento estimula varios factores, entre ellos la colecistoquinina (CCK), la serotonina y
la insulina, que actúan como depresores del apetito. Por el contrario, el neuropéptido-Y
(NP-Y) y la galanina aumentan la ingesta de alimento y disminuyen el gasto energético
Neuropéptido-Y (NP-Y).
Es un neurotransmisor orexigénico en SNC y del sistema
nervioso parasimpático (SNP). Incluye péptidos como el polipéptido YY y el polipéptido
pancreático (PP) expresados en intestino, y actúan como señal de saciedad. El aumento de
tono del NPY genera hiperfagia y reducción de gasto energético y obesidad. El