Las causas de la Peste durante el Medioveo y la Edad Moderna
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antecesores de la microbiología) con la
facultad de propagarse y multiplicarse con
rapidez
. Se transmitiría, por simpatía, a los humores afines. Penetraría en los
organismos a través de los vasos o mediante la inspiración: pasarían de los cuerpos
enfermos a los sanos mediante tres formas básicas de contagio: “
directo
” como la
sarna, la lepra o la tisis; “
indirecto
” a través de
fomites
(vestidos u objetos)
considerados portadores de los semilleros (
seminaria
), pese a no estar corrompidos y
“
a distancia”
, sin vehículo alguno, como sería, para él, la Peste
36
.
En España, como en el resto del mundo, influyeron las ideas de Fracastoro. Se
pasó de considerarla no contagiosa, por Francisco Sánchez de Oropesa
37
, sobre uno
de cuyos libros una mano sardónica escribió, en la universidad de Salamanca:
murió
de peste por contagio de un criado suyo
38
; a muy contagiosa por Andrés Zamudio de
Alfaro
39
.
La opinión de Sánchez de Oropesa la siguió el también sevillano Juan de
Saavedra
40
. Esta identidad de parecer entre dos habitantes de la Sevilla finisecular,
acaso nos pone en contacto más que con una convicción científica, con un deseo o un
interés, relacionado con asuntos ajenos a los propiamente sanitarios, dada la terrible
conmoción social y económica impuesta por la aceptación del carácter contagioso del
morbo, con todas las medidas de aislamiento inherentes a la misma, tan
extraordinariamente traumáticas en una ciudad dedicada por entero al comercio.
Por el contrario, Manuel Escobar, al explicar el carácter infeccioso de la
enfermedad acude al concepto de los semilleros o
semiaria
de Fracastoro, sin
abandonar la teoría de la putrefacción maligna del aire. Para él:
36
José María LÓPEZ PIÑERO,
La medicina…
op., cit., pág. 202 y Pedro LAÍN,
Historia de la Medicina
, op., cit., pág. 310 y ss.
37
Francisco SÁNCHEZ DE OROPESA,
Proposición a la ciudad de Sevilla (sobre la landre, que tantos enfermos causa en la
ciudad y perplejidad sobre si es o no contagiosa, pero aún en caso de no serlo, se precisa la necesidad de fundar uno o dos, o
más hospitales para que los pobres sean con brevedad socorridos
, Sevilla: Clemente Hidalgo, 1599;
Segunda proposición a la
ciudad de Sevilla, en que se ponen algunas advertencias para la preservación, i cura del mal que anda
, Sevilla: Clemente
Hidalgo, 1599;
Tres proposiciones a la ciudad de Sevilla, en que se ponen algunas advertencias para la preservación i cura del
mal que anda en la ciudad. La tercera añadida de nuevo, i las dos primeras revistas i acrecentadas por el mismo.
Sevilla:
Clemente Hidalgo, 1599
38
Antonio CARRERAS PANCHÓN,
La peste y los médicos…
op., cit., pág. 49
39
Andrés ZAMUDIO DE ALFARO,
Orden para la cura y preservación de secas y carbuncos
, Madrid: Luis Sánchez, 1599
40
Juan de SAAVEDRA,
En que prueba que Sevilla gozará de muy buena salud este año, y que no ay que temer peste, ni
tercianas ni otras enfermedades
, Sevilla: Juan de Cabrera, 1599;
Parecer de la ciudad de Sevilla, en que dize, que el estado de la
salud de Sevilla no es la peste
, Sevilla: Rodrigo de Cabrera, 1599.