Las causas de la Peste durante el Medioveo y la Edad Moderna
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En el
Antiguo Testamento
, en el
Pentateuco
, cuando se advierte contra la
idolatría y la desobediencia al Altísimo, se recogen las palabras de Yahvé:
Haré descargar sobre vosotros la espada, por haber roto mi alianza. Y si os
refugiareis en las ciudades, os enviaré la peste, y seréis entregados a mis
enemigos.
En el
Deuteronomio
, repite la maldición contra los infractores del pacto:
Hará el Señor que se te pegue la peste, hasta que acabe contigo en la tierra en
cuya posesión entrares.
La primera causa de la enfermedad, en definitiva, estaría en la culpa de los
seres humanos, fueran o no conscientes de la misma.
En España es el aragonés Pedro Sánchez Ciruelo, matemático, astrónomo y
filósofo quien, según decían sus contemporáneos, no llegó a ser el tutor de Felipe II
por su extraña figura, el primero en ocuparse del tema
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. En su
Hexamerón teologal,
se interesa por las causas religiosas de la enfermedad; su postura es absolutamente
congruente, en su época, con su actividad científica y con la autoría de la
Reprobación
de supersticiones y hechicerías
(Alcalá, 1530?) libro editado en once ocasiones,
aunque para una mentalidad contemporánea puede ser utilizado como guía de las
falsas creencias de la España renacentista.
Un poco más tarde, el teólogo Pedro Acebedo, en su
Recreación del alma y
defensa del Evangelio…contra la supersticiosa astrología…
(Sevilla, 1570) ve en la
Peste un castigo divino, y en la penitencia el principal y casi único remedio.
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Pedro SÁNCHEZ CIRUELO,
Hexamerón teologal sobre el regimiento medicinal contra la pestilencia
, Alcalá de Henares:
Arnao Guillem de Brocar, 1519