Las causas de la Peste durante el Medioveo y la Edad Moderna
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Laguna considera peligroso el mucho calor, el viento del medio día si sopla muy
a menudo, las aguas represadas en lagunas hediondas, los albañares públicos, en que
se reciben las inmundicias ciudadanas, la hediondez de los cuerpos muertos, dejados
sin sepultura, tras alguna bestial e inclemente guerra, el vapor que se levanta del lino
y cáñamo remojado, la suciedad de los mataderos públicos y el malísimo olor de las
tenerías.
En definitiva, la peste sería consecuencia de la “
mal aria
”, el mal olor,
plasmación sensorial de la putrefacción aérea, al que ya los romanos achacaban
tantas enfermedades.
Aunque sirvió de poco en el caso concreto de las enfermedades infecciosas, se
iba enfocando la mirada hacia cuestiones de higiene pública que, a la larga,
resultaron beneficiosas para la prevención de la propia Peste.
La vista, sin embargo, la tenían nublada de pavor y superstición. Un hombre tan
culto y refinado como Laguna, cuando se refiere a las señales anunciadoras de la
pestilencia, escribe:
De las causas de la infección del aire, arriba ya mencionadas, algunas se
pueden llamar señales pestíferas: como es el gran calor tras la excesiva
humedad, que suele ser causa de muy grande putrefacción y el viento de medio
día, si viene muy ordinario. Tiénense también por señales de pestilencia, los
cometas, los dardos, y otras figuras ardientes que se muestran firmes por algún
tiempo en la suprema región del aire: las cuales comúnmente amenazan con
mudanza de estado, o con cruel mortandad, a las regiones sujetas.
Es así mismo señal infalible de pestilencia, la insólita muchedumbre de ranas,
sapos, langostas, culebras, escarabajos y ratones, lombrices, y otras mil
sabandijas, esparcidas por la haz de la tierra. Semejantemente las viruelas y el
sarampión suelen adelantarse a la pestilencia, como precursores suyos y
mensajeros
34
.
1.4. L
A INCIPIENTE OBSERVACIÓN
:
CONTAGIO Y DISECCIONES
Si la enfermedad se debía al castigo de Dios, a las conjunciones adversas de las
constelaciones, a algunos movimientos de la tierra, causantes de la putrefacción del
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Andrés LAGUNA,
Discurso breve sobre la cura…
op., cit., fol. 15v, 16