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Historia y generalidades
Goday. Hay abundancia de dehesas, bosques de encinas y alcornoques, olivares, viñedos,
campos de cereales y plantaciones de almendro, higuera, chumbera y cítricos.
Destacan los matorrales de jaras, aulagas, cantuesos, tomillares, retamas y
esparraguera común. Se han descrito 72 especies de plantas medicinales utilizadas como
remedios para curar o prevenir enfermedades (4).
En la comarca existen extensas zonas de pastos herbáceos y es fundamentalmente
una zona de trashumancia ganadera en la que predomina la ganadería ovina, porcina,
merina y caprina. La fauna es muy variada pues la habitan aves rapaces como el buitre
leonado, diversas especies de águila; buhos, lechuzas, cigüeñas negras y blancas, garzas,
garcillas bueyeras, grullas, perdices, palomas torcaces, jabalíes, conejos, liebres y zorros;
motivo por el que se practica en ella la caza deportiva mayor y menor.
La zona está atravesada por los ríos Bodión, tributario del río Ardila. El Ardila es el
río más importante y está regulado con pequeñas presas o pantanos para el riego y
abastecimiento de las poblaciones. En este río y el Guadajira, que son afluentes del río
Guadiana, se crían pardillas, nutrias galápago, barbos, martín pescador y en sus embalses
las tencas; por ello se puede practicar la pesca deportiva tanto en el Coto de pesca Charco
del Toro, en Burguillos del Cerro; como en el embalse de la Albuera del Castellar en el
término municipal de Zafra. Ligadas a las prácticas agrícolas y ganaderas, se celebran en
Zafra desde el siglo XIV ferias y mercados así desde 1395, por concesión real de Enrique III,
por San Juan; y desde 1453, por privilegio de Juan II, por San Miguel. Esta actividad hizo
que Alfonso XII concediera a Zafra en 1882 el título de “Muy Noble y Muy Ilustre
Ciudad”. En la actualidad tienen lugar en ella, a finales de septiembre y comienzos de
octubre, desde 1966 la Feria Regional del Campo Extremeño y desde 1992 la Feria
Internacional Ganadera.
El terreno de la comarca es llano o suavemente ondulado, está solamente
interrumpido por alargadas lomas de escaso relieve que no sobrepasan nunca los 660 metros
de altura. Las Sierras de El Castellar y de Los Santos son las más destacadas pudiéndose