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Figura 1. Causas y consecuencias de la resistencoa a la insulina.
Órgano adiposo, obesidad y resistencia a la insulina
Ha sido en los últimos años cuando se ha reconocido que el tejido adiposo como una
glándula endocrina y juega un papel fundamental en la homeostasis del organismo
mediante una amplio intercambio de señales humorales entre los adipocitos y la mayoría de
las células de otros órganos. En este sentido el tejido adiposo es fuente de muchas
sustancias señalizadoras tales como citoquinas y quimioquinas, denominadas adipoquinas o
adipocitoquinas, factores de crecimiento y proteínas del complemento, que se sintetizan y
se expresan por los adipocitos. También un amplio número de agentes señalizadores,
procedentes de células inmunocompetentes, como los macrófagos que residen en el propio
tejido adiposo, se liberan localmente y en la circulación
La obesidad es un factor de riesgo bien establecido para desarrollar resistencia a la
insulina. La obesidad se asocia con una deposición incrementada de lípidos en tejidos no
adiposos lo que conlleva a una a una pérdida en la sensibliidad a la insulina. En la
actualidad, los mecanismos mediante los cuales el incremento del acúmulo de grasa
conduce a la resistencia a la insulina y al síndrome metabólico no están completamente
esclarecidos.
La obesidad en grados avanzados puede establecer un estado de inflamación con la
consiguiente producción de citoquinas inflamatorias que influyen negativamente sobre la