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en muchos casos a la obesidad y a las enfermedades asociadas, sino que también el
sobrepeso y la obesidad actúan de manera perniciosa sobre la conservación y
sostenibilidad del medio natural.
Hay diversos estudios que así lo demuestran, como el realizado por la Escuela de
Higiene y Medicina Tropical de Londres (London School of Hygiene & Tropical
Medicine; LSHTM), publicado en el 'International Journal of Epidemiologogy' en 2009,
que reveló que cada persona obesa es responsable, en promedio, de casi una tonelada más
de emisiones de dióxido de carbono por año que una persona delgada, lo que significa
agregar 1.000 millones de toneladas del gas por año procedente de una población de
1.000 millones de personas con obesidad que existen en nuestro Planeta.
En este sentido, un estudio del Centro para el Control y Prevención de Enfermedades
de Estados Unidos calculó que entre 1960 y 2002, se podían haber ahorrado el 0,7% de
las emisiones de CO2 y del consumo de combustible si los pasajeros de los vehículos no
fueran obesos. Traducido a números, se consumieron más de 3.700 millones de litros de
gasolina por culpa del sobrepeso de los estadounidenses en esos 42 años.
Obesógenos
Los obesógenos, son agentes químicos que pueden promover la obesidad al
incrementar el número de células grasas y la acumulación de grasa en éstas, al modificar
la cantidad de calorías consumidas, alterar el equilibrio energético en favor del
almacenamiento de calorías y al modificar los mecanismos mediante los cuales el
organismo regula el apetito y la saciedad.
La
hipótesis de los obesógenos ambientales
, propone que un subgrupo de disruptores
endocrinos (EDC) pueden promover el desarrollo de la obesidad. Aunque inicialmente
controvertida, la
hipótesis obesógeno
ha ganado adeptos en los años recientes, al
identificarse agentes químicos que promueven la adipogénesis y obesidad en animales y
humanos.
Quizás lo más importante sea la observación de que algunas clases de fármacos se
han asociado con la ganancia de peso y la obesidad en humanos. Entre éstos, están las
tiazolidinadionas, fármacos antidiabéticos selectivos de los inhibidores de la