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actividad física, la mejor forma de introducirla en la vida cotidiana, los cambios en el estilo
de vida y las características de la alimentación en la persona activa, moderada y muy activa,
debe estar disponible para los profesores de educación física, los profesionales de la salud,
entrenadores, administradores de centros deportivos y de ocio, y profesionales de los medios
de comunicación durante sus estudios, formación profesional y especialización. La persona
activa y que hace actividad física, ejercicio físico o deporte debe saber que para aportar una
adecuada ingesta energética diaria y mantener un óptimo rendimiento, hay que tener en
cuenta el gasto calórico de forma individual, ya que la cantidad de energía que se debe
consumir difiere según las características propias del sujeto, la actividad física realizada (tipo
de deporte, intensidad, duración etc.) y las condiciones ambientales en las que tiene lugar el
entrenamiento o la actividad. El llevar una
vida activa
debe asociarse no sólo con un mejor
estado de salud, sino con el
disfrute del tiempo y una mayor sociabilidad
, a todas las edades,
pero de manera especial en la población infanto-juvenil y de edad avanzada. Por ello, los
programas de intervención deben considerar estos principios, transmitiendo de manera
rotunda que
nunca es demasiado tarde para comenzar a llevar una vida más activa
.
Igualmente, se insta a fomentar más investigación que permita determinar de manera precisa
la cantidad óptima de ejercicio físico (tiempo, duración, intensidad), y en combinación con
los comportamientos sedentarios habituales de nuestra sociedad. Hay que utilizar los
medios
de comunicación y las nuevas tecnologías
en sensibilizar a la población para que sea más
activa, e informar tanto de los beneficios de llevar una vida activa y hacer ejercicio físico,
como de los peligros que conlleva el sedentarismo y la inactividad física para la salud y la
calidad de vida en general.
Las
pautas de control de peso
deberían basarse en la aproximación de la dieta, actividad
física y estilo de vida, al denominado “ideal teórico”, con especial énfasis en los aspectos en
los que el alejamiento respecto a lo teórico es mayor:
- aumento de la actividad física
- disminución del sedentarismo, incidiendo de manera especial en las denominadas TICs
- promoción de la lactancia materna y control de la alimentación y estilo de vida en
general, en la mujer gestante.