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se observa en niños y adolescentes, vinculado fundamentalmente a actividades como ver
la televisión, jugar con las videoconsolas, utilizar el ordenador, etc. Y en relación con el
periodo de tratamiento, Los pacientes obesos que realizan actividad física colaboran mejor
con el cumplimiento del plan alimentario y es uno de los factores relacionados con el éxito a
largo plazo del mantenimiento del peso corporal.
¿Cómo hemos cambiado?.... parece por tanto que somos
Homo Obesus
y
Homo
Sedentarius
. Evidentemente, el entorno puede no resultar fácil, como pone de manifiesto la
siguiente tabla de gasto energético asociado a diferentes actividades cotidianas, pero al
mismo tiempo hay que procurar la responsabilidad individual, también en este lado de la
balanza, al igual que comentábamos en el caso de la ingesta.
En definitiva, en los últimos 50 años, la actividad física laboral se ha reducido en unas
120 kcal/día, y el sedentarismo surge como un factor de riesgo adicional a la inactividad
física. El ejercicio puede ayudar a perder peso a las personas que ya son obesas o tienen
sobrepeso, si lo combinan con una dieta hipocalórica y puede mejorar su composición
corporal. Aunque se han relacionado tiempos de menos 60 min de TV en adultos con menor
tasa de IMC, aun es necesario profundizar en la dosis apropiada de ejercicio físico en
combinación con comportamientos sedentarios en el contexto de nuestro estilo de vida
moderno para prevenir la obesidad a todas las edades.
Y todo lo anterior a pesar de que los beneficios de la práctica regular de actividad física
se conocen desde la antigua Grecia. En el siglo XX, el avance del conocimiento científico