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30 gramos/día (Tabla 2), por ello parece razonable suplementar la dieta con fibras saciantes
y moduladoras de la insulinemia. Sin embargo, habrá que tener en cuenta las posibles
interacciones nutriente-fibra, además de las posibles interacciones medicamentos-fibra que
puedan producirse. No obstante, dado que no se puede hablar de fibra dietética, sino de
fibras dietéticas por la pluralidad de tipos y funciones que realizan, se comprende la
necesidad de consumir alimentos que contengan todos los tipos (almidón resistente,
celulosas, hemicelulosa, pectinas, gomas, mucílagos, lignina, así como otros productos que
recientemente han sido muy estudiados por su interés como los
β
-glucanos, glucomananos,
oligosacáridos, etc. Si bien, se aconseja elevar el contenido de fibras saciantes (son más
viscosas, forman geles, retrasan el vaciamiento gástrico y reducen la demanda en el tiempo
del vertimiento de insulina), la deficiencia del consumo de celulosa implicaría reducción
del volumen fecal y tendencia a estreñimiento, situación ya de por sí común en la obesidad
y en la restricción del consumo de alimentos. Por ello debe ingerirse diariamente una
mezcla adecuada de fibra, tanto soluble como insoluble, por lo que
la ingesta de un sólo
tipo de fibra al día no es en absoluto recomendable.
Alcohol
. Debe prohibirse el consumo de bebidas de alta graduación, por su elevado
contenido calórico y por los efectos negativos que origina el alcohol sobre el metabolismo,
al limitar la utilización metabólica de macro y micronutrientes y producir en casos
extremos el síndrome de dependencia al alcohol. Los beneficios posibles de la ingesta
moderada o reducida de bebidas de baja y mediana graduación alcohólica se deben a los
polifenoles y a otras sustancias antioxidantes que poseen, ya que elevan el efecto
termogénico y mejoran el perfil lipoproteico y pueden actuar como antioxidantes.
Minerales.
Se aportarán alimentos de todos los grupos para cubrir las recomendaciones
dietéticas (Tabla 2). Se estudiará la conveniencia de suplementos minerales, dada la
dificultad de cubrir las recomendaciones nutricionales al reducir el aporte de alimentos.
Cuando se requieran suplementos se acudirá al consumo de mezclas equilibradas evitando
el consumo de algunos de forma abundante y aislada. Se indicarán y recomendarán durante
el tratamiento los alimentos más ricos en los diferentes minerales. Se considerarán posibles
interacciones con la fibra dietética y entre los suplementos y alimentos consumidos.