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disminuyen el apetito, que intervienen en la resistencia a la insulina o en el riesgo
cardiovascular. La relación de la obesidad con la patología cardiovascular es cada vez más
importante, ya que acaecen trastornos relacionados con esta enfermedad, y otras diferentes
entidades como la hipertensión arterial, la diabetes tipo 2 y la dislipemia. Además, cada vez
se van conociendo más aspectos de la relación de la obesidad con la genética, al descubrirse
genes implicados en su desarrollo y en mutaciones que pueden relacionarse con las diferentes
comorbilidades asociadas.
¿A qué se debe la obesidad?
La obesidad se define como la acumulación de grasa en el tejido adiposo en cantidad
suficiente como para originar un riesgo para la salud. La acumulación de grasa se debe a
episodios de sobrealimentación no compensados posteriormente, que generan un balance
energético positivo. En condiciones de alimentación libre y de acceso no restringido a los
alimentos, el ingreso energético es el responsable del balance positivo de reservas, ya que el
gasto solo consigue superarlo en condiciones excepcionales.
Numerosos estudios han intentado encontrar explicación a la obesidad investigando la
existencia de posibles mecanismos de defensa reguladores de la ingesta. Sin embargo, no hay
certeza de la existencia de tales mecanismos preventivos de la ganancia de peso y la
obesidad, ya que ni una ni otra se han considerado como riesgo. La función de la saciedad no
sería impedir la sobrealimentación sino establecer una pausa que permita aprovechar de
manera óptima el alimento ingerido.
La oferta no restringida de alimentos y el excesivo efecto estimulante del deseo de
comer, son los causantes de la sobrealimentación que, en ciertos casos, trae consigo la
obesidad. La cantidad de alimentos responsable del exceso de energía que ingresa en el
organismo como de un poderoso impulso, no responde a las necesidades energéticas reales
(control homeostático) sino a mecanismos de gratificación (control no homeostático).
Recientemente se ha atribuido a la adiponectina, una adipoquina caracterizada por sus
efectos metabólicos, un significado en la regulación de la alimentación y del destino de los
nutrientes. La obesidad como fenómeno metabólico se debe: