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producen entre sus componentes, y los cambios que se originan en su composición por
tratamiento culinario e industrial, cada vez más variados y sofisticados.
¿Y porqué afirmamos que no conocemos bien la dieta?. Recordemos que hay una
fracción nutritiva constituida por esas 50 sustancias que llamamos nutrientes, y que son
relativamente bien conocidos, aunque lo son menos en cuanto a las interacciones de los
mismos en las diferentes matriuces alimentarias en las que se encuentran, o cual va a ser la
prioridad funcional de los mismos en las diferentes edades de la vida, situaciones
fisiológicas, determinadas patologías, o en el caso de nutrición subóptima o de malnutrición
por exceso (sobrepeso/obesidad). Pero los nutrientes no están aislados en los alimentos, sino
que conviven con los llamados componentes no nutritivos de la dieta, muchos de ellos
todavía identificándose, conociéndose si pueden tener un interés nutricional o no. Y además,
en la “casa de la dieta” también encontramos aditivos variados, así como la presencia de
contaminantes. Por ello, en conjunto, podemos afirmar que todavía no conocemos bien
nuestra dieta, nuestra ingesta, y por ende ese lado de la balanza energética.
A pesar de lo anterior, debemos tratar de comprender y aplicar en nuestra rutina diaria el
concepto de
densidad energética (DE)
: se refiere al contenido en energía de un alimento en
función de su peso. Así, conocemos que el contenido calórico vendrá determinado por la
proporción de carbohidratos (4 kcal/g), proteína (4 kcal/g), grasa (9 kcal/g), o alcohol en su
caso (7 kcal/g). Y hay algunos principios que nos pueden ayudar a entender y aplicar mejor
la densidad energética de los alimentos: los que contienen una elevada proporción de agua o
de fibra, tienen una menor densidad energética; y en segundo lugar, a igual cantidad en peso
de alimento ingerido, el que tenga mayor densidad energética proporcionará más energía a la
dieta. En definitiva, es importante la cantidad, pero aún más la densidad.
Sirva como ejemplo que nosotros podemos aportar 100 kcal a nuestra dieta a partir de los
siguientes alimentos, la cantidad de los mismos, y su densidad energética:
1 ½ naranjas, que tienen una DE de 0.5 kcal/g,
Aproximdamente medio plato (unos 80 g) de spagettis con tomate (DE: 1.0 kcal/g)
1 huevo frito (DE: 2.0 kcal/g)
Una pequeña ración (30 g) de pasas (DE: 3.0 kcal/g)
Un pequeño trozo de pieza de bollería (DE: 4.0 kcal/g)