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Figura 7. Lipogénesis de novo en hígado. La síntesis de ácidos grasos se induce por insulina y glucosa
vía los factores de transcripción SREBP-‐1C y ChREBP, respectivamente. LXR promueve la síntesis de ácidos
grasos induciendo SREBP-‐1C. Los genes lipogénicos ACC, FAS, y SCD-‐1 se activan por vía transcripcional
(SREBP-‐1C y ChREBP). La insulina aumenta la actividad de PPARγ, que contribuye a la lipogénesis
mediante la mayor expresión de genes específicos de adipocitos, adipsina y adiponectina. PPAR-‐γ juega
también un papel en la diferenciación de los adipocitos (Springerimages.com)
La regulación del equilibrio de nutrientes por el hígado es importante para asegurar
el control metabólico total del organismo. La expresión hepática de genes implicados
en el metabolismo de los lípidos está estrechamente regulada por la glucosa y la
insulina. En respuesta a los carbohidratos de la dieta el hígado convierte el exceso de
glucosa en grasa para su almacenamiento mediante la lipogénesis
de novo
. Los LXR,
anteriormente citados, inducen la transcripción de enzimas lipogénicos tales como:
FAS, SCD1 y ACC, por ellos mismos o en concierto con SREBP1c y/o ChREBP. Los
LXR activan la transcripción de los enzimas lipogénicos hepáticos en respuesta al
alimento, lo cual está mediado por la insulina. Tanto la glucosa como la insulina
regulan la lipogénesis
de novo,
sin embargo, algunos genes lipogénicos pueden ser
regulados por la glucosa sin necesidad de insulina, lo cual ha sido demostrado para
SREBP1c. Un mediador de la glucosa bien conocido es ChREBP, importante regulador
de la lipogénesis
de no
vo en respuesta a la glucosa. ChREBP se activa por la glucosa
vía mecanismos dependientes de pentosa-fosfatos que implican la desfosforilación de
ChREBP y su traslocación al núcleo.