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La duración del tratamiento restrictivo dependerá del peso anterior al tratamiento, del
peso pactado y del ritmo de pérdida que se plantee y deberá estar normalmente
comprendido entre 0,5 kg/semana y 1 kg/semana (Figura 4). Estas pérdidas se consiguen
respectivamente con restricciones de 500 kcal/día y 1000 kcal/día respecto a la ingesta o,
mejor, respecto del gasto energético. No son convenientes restricciones muy severas que
produzcan pérdidas superiores a 1 kg/semana, ya que se pierden además de grasa,
importantes cantidades de tejido magro, produciéndose una caída de la tasa metabólica
basal que dificultaría la eficacia del tratamiento. Además, se origina un efecto rebote mayor
con ganancia de peso más rápida en el caso de aplicar restricciones muy bruscas que
cuando son paulatinas. Tampoco se recomiendan disminuciones de peso menores de 0,5
kg/semana, pues el tratamiento se alargaría excesivamente y se corre el riesgo de
desmotivar al paciente. No obstante, en algunos pacientes con obesidades moderadas,
puede estudiarse la conveniencia de empezar por restricciones menos severas (p. ej. reducir
sólo 250 kcal la ingesta diaria), ya que en algunos casos se pueden obtener disminuciones
de peso acertadas o bien se aplican restricciones mayores en caso de no conseguir perder
peso de la forma esperada.
En la figura 4 observamos que para perder 36 kg de peso a razón de 0,5 kg/semana
serían necesarios más de 17 meses, mientras que se reduciría aproximadamente a la mitad
con restricciones de 1 kg/semana. Sin embargo, debido a la diferente motivación y
adherencia a la dieta y a los cambios metabólicos y estructurales que se producen durante el
adelgazamiento, deberá estudiarse en todo momento, la idoneidad del tratamiento haciendo
los ajustes pertinentes.
3.-
Planteamiento terapéutico
.
Comprenderá un tratamiento integral donde se empleará
la
dietoterapia
como terapia fundamental acompañada de otros métodos coadyuvantes,
como el ejercicio físico y si ha lugar la cirugía (ver capítulo del Dr. Fernández-Represa), el
empleo de suplementos y de diferentes productos farmacológicos (ver capítulo del Dr.
Ribas Ozonas). La dieta es la base fundamental del tratamiento. En ella no sólo se buscará
la variedad y el aporte adecuado de micronutrientes, sino potenciar la tasa de gasto calórico
(termogénesis) mediante algunos de sus componentes.
Es decir, si se pretende perder peso
hay que hacerlo comiendo, pero comiendo de forma adecuada y teniendo en cuenta las