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varias funciones del cuerpo y/o reducir el riesgo de enfermedades degenerativas
(46,47,63,64).
En la actualidad se buscan alimentos y bebidas que contengan
ingredientes o en los que se haya modificado su composición que sirvan para
mejorar “humor o el estado de ánimo” o en definitiva para aportar placer y
felicidad (48,49,65). Así, el aporte de glucosa a través de un alimento o la
presencia en él de un estimulante con una vida media corta generará respuestas
cada vez que se consuma dicho alimento o bebida. Alternativamente el efecto
puede ser inducido de forma más gradual y su efecto depender de crear
mediadores en el cuerpo como consecuencia de una ingesta continuada por
ejemplo de vitaminas, minerales, ácidos grasos esenciales. Tales nutrientes
pueden ayudar a mantener una funcionalidad óptima o reducir factores que
inducen la pérdida de función (50).
Algunos hidratos de carbono, como la sacarosa, producen una marcada
sensación de gratificación cerebral debido a inducir un vertimiento incrementado
de opiáceos endógenos (66). No es de extrañar que en el Siglo XX se produjera en
el mundo un incremento de 90 veces del consumo de sacarosa (67). A través del
mecanismo de liberación de opiáceos endógenos, un alimento conteniendo
sacarosa puede convertirse en funcional, ya que ayudaría a calmar el dolor en los
niños (66). Por otro lado, el consumo de cualquier alimento preferido puede
alterar el humor a través del impacto sobre los sistemas serotoninérgico,
dopaminérgico o de opiáceos (66).
La cafeína actúa como un antagonista de los receptores de adenosina,
causando una dilatación suave de los vasos sanguíneos, el vertimiento de renina y
catecolamina, la salida de orina, la actividad del sistema nervioso central, el nivel
metabólico, y el peristaltismo intestinal. A través de este sistema de activación de
receptores de adenosina la cafeína afecta a variedad de neurotransmisores en el
cerebro afectando a dopamina, serotonina, noradrenalina (68). Se han definido
efectos subjetivos del consumo de cafeína a través del café o de bebidas de cola,
como de bien estar, energía, motivación, autoconfianza. Si la Felicidad es la
pérdida de miedo, la autoconfianza alcanzada con la dieta, claramente sería un
buen marcador de felicidad.
La felicidad un estado de ánimo altamente dependiente de la actividad
de áreas de recompensa cerebral.
Como hemos señalado nuestro comportamiento y nuestra existencia se basan en
procesos de acercamiento o distanciamiento de aquello que pueda ocasionar