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preferentemente en forma de ácidos grasos omega-6 (59). Indiscutiblemente
esto contribuye a la felicidad y al bienestar.
La depresión es una de las enfermedades más destructoras que existen,
el individuo pierde totalmente su autoestima y felicidad y en muchos casos busca
la muerte o el aniquilamiento. Pascoe y col (60) revisaron 272 trabajos en los que
se relacionaban los ácidos grasos poliinsaturados con la depresión y 686 que
asociaban inflamación a nivel cerebral con ácidos grasos poliinsaturados. Entre
las conclusiones más relevantes se encuentran que los ácidos grasos
poliinsaturados influencian tanto los desórdenes inflamatorios como depresivos a
través de las prostaglandinas y citoquinas que se producen en el metabolismo de
tales ácidos grasos poliinsaturados. En términos metabólicos los prostanoides
que se originan en el cerebro a partir de los ácidos grasos omega-3 son mucho
menos inflamatorios y agresivos que los que se originan a partir del ácido
araquidónico.
Gu y col (61) en un estudio realizado en 2148 personas de más de 65 años
testaron cada 1,5 años la aparición de nuevos casos de Alzheimer. Se eligió un
perfil basado en el alto consumo de ensaladas aliñadas, frutos secos, pescados,
tomate, aves, crucíferas, frutas y vegetales verde oscuros y bajo en lácteos
grasos, carne roja y mantequilla. Los individuos con mayor adherencia a este
perfil dietético tenían 38% menos riesgo de Alzheimer que aquellos con la menor
adherencia.
El ácido docosahexaenoico produce neuroprotectinas capaces de frenar
el daño neuronal inducido por TNF
y otras sustancias procedentes de la
microglía activada o de células neuronales donde el mecanismo degenerativo ha
comenzado (60). El miedo y la infelicidad elevan de forma importante los niveles
de cortisol (50), aspecto que induce pérdida de aparición de neuronas nuevas y
de la creación, evocación y consolidación de la memoria, debido a la disminución
en la producción de factores neurotróficos y de óxido nítrico (50). Es por ello que
la soledad, la depresión, el nada por compartir, impliquen pérdidas de muchos
matices de emotividad (62) y por tanto se llegue a la incapacidad de ser feliz o al
menos de poder expresarlo. Por su parte la industria alimentaria se esfuerza por
incluir ingredientes que posibiliten incrementar tal capacidad (50,63).
Alimentos funcionales.
Una de las definiciones más aceptadas sobre Alimentos Funcionales
supone que dichos alimentos debe tener un valor nutricional añadido respecto a
los alimentos tradicionales. Además de su valor intrínseco deben mejorar una o