José Carlos Menéndez, Mercedes Villacampa
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espaciador de ácido glutámico (Figura 9). El mecanismo de la prolongación de la
acción es múltiple, ya que por un lado, tras su administración por vía subcutánea,
el péptido experimenta un fenómeno de auto-‐asociación en el lugar de inyección,
liberándose lentamente a partir del agregado formado. Por otra parte, una vez en
plasma, la liraglutida se asocia con la seroalbúmina en más del 99%, gracias al
reconocimiento de su cadena lipófila por cavidades hidrófobas de la albúmina,
reduciendo su vulnerabilidad hacia DPP-‐IV y reduciendo su aclaramiento renal. La
liraglutida ha demostrado algunas ventajas sobre otros tratamientos, ya que es
menos inmunogénica que la exenatida. Sin embargo, también plantea algunos
problemas de seguridad ya que se ha demostrado que en ratas, aunque
probablemente no en humanos, está asociada a un incremento de riesgo de
tumores de células C tiroideas, y también se han observado algunos casos de
pancreatitis.
Figura 9.-‐ Representación esquemática de la estructura de la liraglutida.
En azul, sus
diferencias con GLP-‐1 y la estructura de la cadena lipófila que permite su asociación con cavidades
hidrófobas de la albúmina.
La semaglutida, también de Novo Nordisk, es un análogo de la liraglutida
que se encuentra en fase III de desarrollo clínico y que presenta dos diferencias
con el compuesto de referencia. En primer lugar, igual que se hizo en el caso de la
taspoglutida, se ha reemplazado la segunda alanina por ácido 2-‐aminoisobutírico
para aumentar la estabilidad frente a DPP-‐IV. Además, se ha alargado el espaciador
como se indica en la Figura 10. La semivida plasmática de este fármaco es de 160
h., lo que permite administrarlo una vez por semana (25).